La presencia del Instituto de las hermanas franciscanas misioneras de la Inmaculas, en Subiaco-Roma, inició el 1 de Enero del 2006. Subiaco la tierra en la que nace la vida del monaquismo en occidentale, con San Benito quien buscó en medio de la naturaleza el encuentro con Dios.
Años después SanFrancisco de Asís pasò y permaneciò por un tiempo en esta tierra benedictina.

El saludo de Paz y Bien de los frailes y de la gente a las hermanas llena de calor y esperanza sus corazones. Llegan con el deseo de iniciar la nueva aventura que Dios les propone, por medio de los superiores, aún en medio de temores e incertezas inician a caminar con la comunidad de fieles de Subiaco, quienes las acogen con tanta bondad, amor y esperanza. Al llegar al convento de “San Francisco”, surgen en ellas preguntas: del còmo procederà la nueva aventura?; còmo es posible llevar un convento tan grande?. En el transcurso de los días y de los años, Dios Padre no tarda en dar su respuesta a sus inquietudes con su bondad y providencia infinita por medio de los fieles de Subiaco, quienes son atraídos por la espiritualidad francisca que heredaron de los frailes menores que han vivido por siglos en este convento.

El convento y la iglesia se encuentran en una pequeña cima rodeada por la naturaleza y la mirada de sus fieles, quienes han costruido sus casas con la fachada al convento. El convento y la Iglesia se encuentran en una area donada por el abad de S. Scolàstica, Lando, a San Francisco, cuando llegó a Subiaco en 1224, para visitar el Sacro Spechio. La construcción es del 1327 y muestra elementos de la época románico-góticos. En el centro se encuentra el hermoso tríptico de Antoniazzo Romano (1467) que representa a la Virgen y el Niño, San Francisco y San Antonio de Padua. La última capilla a la izquierda es adornada, con valiosos afrescos de Sodoma y una espléndida Natividad de Pinturicchio. En la pared opuesta, el tercer altar está precedido por un cuadro de San Francisco de Asís recibiendo los estigmas, atribuìdo a Sebastiano del Piombo (1485-1547). Detrás del altar se puede admirar un valioso coro de nogal, completamente incrustado, realizado en 1504 por un franciscano de Rieti. El claustro románico de forma cuadrada fue restaurado en 1893.

El convento es una estructura del medioevo que captura con su paz, silencio, hermosura y mistidad a quien entra en este espacio buscando a Dios. Aquí inician las hijas de María Francisca de las Llagas a difundir el carisma de adorar, amar y servir, difundiendo su devoción en los fieles, quienes invocan su intercesión.