MISIÓN ITINERANTE FRANCISCANA

ADORAR, REPARAR Y SERVIR

La misión ha sido uno de los aspectos fuertes en nuestro Instituto, por nuestra identidad como MISIONERAS; pero la itinerancia será una nueva experiencia para nuestra Comunidad, pero tampoco esta fuera de nuestra Espiritualidad Franciscana.

El termino “espiritualidad”, en perspectiva cristiana, significa “una vida según el Espíritu” (Rom 8,9). La “espiritualidad misionera” equivale a la vivencia de la misión como fidelidad generosa al mismo Espíritu. [1]“Una síntesis ordenada incluiría los puntos de: “vocación, experiencia de Dios, intimidad con Cristo, fidelidad al Espíritu Santo, santidad, autenticidad y testimonio, unidad y fraternidad apostólica, servicio de la verdad, celo apostólico según el modelo de los santos misioneros, relación e imitación de María Madre de la Iglesia”.

Hay tres elementos que componen la “vida apostólica” de todas las épocas históricas. Estas son: el seguimiento evangélico de Cristo, la fraternidad o vida comunitaria del grupo y la disponibilidad misionera. La generosidad evangélica y la vida fraterna del apóstol en general y del misionero en particular son matizadas por este último elemento, el de la vida fraterna.

Emergen en cada época, figuras e instituciones que subrayan algunos elementos esenciales de la misión. Por esto se puede hablar de espiritualidad misionera particular. Esta espiritualidad depende de los carismas fundacionales o carismas misioneros específicos, los cuales ponen el acento en diversos factores: el concepto de misión, la metodología apostólica y, especialmente, las virtudes del apóstol y el estilo de vida comunitaria del grupo.

Los objetivos fundamentales de la fraternidad itinerante serán: Predicación del Evangelio, recuperar el sentido por la salvación de las almas y motivar vocaciones a la vida religiosa .Este proyecto responde a lo uno de los pedidos del Documento Pre – Capitular, emitido en el mes de marzo del 2012, en el IV ítems ” [1]LA FIDELIDAD A LA VIDA RELIGIOSA Y AL CARISMA DE NUESTRA MADRE MARÍA FRANCISCA DE LAS LLAGAS , en el numeral 2, en el literal V de cuestionamiento, “Si nuestro ideal como consagradas es la santidad. La respuesta concreta a las jóvenes de hoy, y el compromiso de la fraternidad para que esta obra de Adoración, Reparación y Servicio que nos lego nuestra Madre María Francisca de las Llagas sea más atractiva y fecunda”. Además pretende plasmar lo que la Iglesia pide a la vida religiosa hoy: volver al carisma de los fundadores y dar respuestas a las necesidades actuales.”
Uno de los fines de nuestra amada Congregación es formar misioneras e impulsar la tarea misionera que ha recibido de Dios Padre la Santa Iglesia. [2]“El espíritu misionero es el que se debe infundir como propio de nuestra congregación, y aunque yo no he sido elegida para trabajar en el campo de misión, pero he comprendido ser esa la voluntad de mi Dios, a la que debemos tener un cariño especial”(V 18-05-1947).

LA MISIÓN ITINERANTE FRANCISCANA

ADORAR REPARAR Y SERVIR”

“Esta opción preferencial por los pobres exige un gran «discernimiento de espíritu» (cf. 1 Cor 12, 10): el estudio, el intercambio de opiniones y la oración son igualmente necesarios. Pero, cuando el Señor llama a un hermano, a toda una comunidad, o a un grupo de personas, el seguimiento de Cristo debe revestir entonces formas concretas, aunque sean modestas, de modo que se vea con claridad que se le da más peso a la vida que a las palabras (a menudo tan numerosas).

Esta acción concreta ilumina el sentido de las palabras: la opción preferencial por los pobres está al servicio de los pobres, no de la pobreza. Porque la pobreza es una noción abstracta, de la que se puede discutir interminablemente. Los pobres, en cambio, son concretos; tienen un nombre y un rostro, un origen y un destino en el espacio y en el tiempo, como nosotros. Ellos son nuestros vecinos y coinquilinos, pero ¿están nuestros ojos en condiciones de reconocerlos (cf. Lc 24, 16)?”

“Por espíritu de nuestra vocación y porque nos apremian los signos de los tiempos, la solicitud de la Santa Iglesia, el mandato de Jesucristo y la voluntad salvífica del Padre Celestial, ratificamos nuestra misión de amar y servir a los pobres y marginados y de promoverlos a una vida más concorde con su dignidad humana y cristiana de Hijos de Dios, por todos los medios que, de acuerdo a nuestras Constituciones, estuvieran a nuestro alcance, de esta manera, queremos reparar las heridas inferidas al Cuerpo Místico de Cristo por la impiedad, la injusticia y la lucha de clases. (D.C 15,4)”

Cristo te llama.

Hermanas Franciscanas de Ecuador